viernes, 2 de agosto de 2019


GOYEGAL


Año I N° 8                                           
1 de agosto de 2019

Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro

Fauve - Calicó


SUMARIO

Calicó: Buscando una mejor suerte
Antonio Noriega Varela


Calicó: Buscando una mejor suerte


Pese a mi corta edad había oído muchas veces que a la suerte hay que ayudarla (cuando se la tiene) y buscarla (cuando no). También escuché con curiosidad que las tricolores eran portadoras de ese bien, tan escaso en los hogares de los trabajadores. Entre los mandados el lema era esforzarse cada vez más. Con el tiempo aprendí que los sabios lo justificaban diciendo que sólo nosotros debíamos ser moderados.
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Tricolor


Durante mi crianza pude ver una cara de la moneda y comprobar que eso no bastaba. Para los otros la consigna a Dios rogando y con el mazo dando era su principio rector. Con descaro mostraban en él los fundamentos de su poder: la religión y la fuerza. No requerían máscara alguna para ocultar sus privilegios. También luego se me instruyó sobre esto: algunos nos gobiernan por ser mejores.
Siendo gallega, el escepticismo es, si no congénito, culturalmente obligado. La duda me apartó del camino trillado y me sumó a la resistencia insumisa. Pero entonces me dominaba el pensamiento mágico. Necesitaba un talismán protector. La gatita tendría esa función especial y supernumeraria, pues la principal: alejar a los roedores, la cumplía sobradamente. Debía ir a buscarla y persuadirla con caricias para que aceptase ese nuevo destino.
Talismán

Patch - Calicó

El hórreo fue el primer lugar al que fui por ella. En esta construcción, pensada para guardar,  conservar y salvar los alimentos del ataque de los insectos, las aves y los roedores. Para eso, por si no bastaran los  torna ratos, que sobresaliendo de los soportes, pretendían evitar que subieran los ratones a mermar el grano y las papas. Ella podría estar oculta tras ellos, dado que estas piezas estaban parcialmente cubiertas por las hierbas, que impedían ver completa su forma. Pero no.

Hórreo


El torna formigas ofrecía  muy pocas probabilidades de éxito, pues esa fosa que rodeaba la edificación estaba llena de agua (para impedir el acceso de las hormigas). Pero la calicó podría considerar que era su abrevadero individual.  No estaba allí ni en el soporte que elevaba el granero y aislaba el celeiro de la humedad del suelo. Nones.

Difícil era continuar examinando los posibles escondites. Los claros, por ejemplo, al ser espacios de distinto tamaño y material, que separaban la cámara del hórreo eran prácticamente inaccesibles para mí. Lo mismo sucedía con la cubierta, por ser el tejado del granero. Ni qué hablar de los turulecos, pues ella misma podría ser tomada como otro de los adornos de la parte superior. Pero a contraluz sólo se destacaba visiblemente la cruz. Nada.
Trastero


La bajo cubierta, esto es, la buhardilla sólo mostraba como un trastero con unas pocas patatas en él. Era el fallado al cual, tras haberle hecho algunas oquedades en las fachadas laterales, se lo había transformado en un pombal. Este palomar permitía cobijar a lagunas palomas, que tentaban a mi Carey, que pese al nombre, poco tenía de tortuga y raudamente solía lanzarse para atrapar a alguna. Nada de nada. 

Pombal


La requisa continuó fuera de la vivienda en el pajar. Pero en el alpendre, aunque había animales pequeños, como las atrayentes gallinas (que eran irresistibles para la felina doméstica más buscada) gozaban de buena salud, pues no estaba allí su enemiga local. Además, en el pajar (palleiro) sólo advertí aperos y, obviamente, paja y una aguja. Pero el resultado fue nuevamente  gata negativo.

Germade (Xermade), vivienda tradicional
Casa Gallega Tradicional


Incansablemente continué revisando en el interior de la casa de arriba abajo: los dormitorios y el baño, la cocina y la cuadra, el sótano y la bodega, sin obtener éxito alguno. No estaba en ninguna parte. Era primavera. Supe entonces que no tendría que esperar encontrar un amuleto para que mejorase la suerte. Meses después ella llegó con cuatro hermosos gatitos.

Resultado de imagen para calicó
Calicó con cría

Emy - Calicó



Antonio Noriega Varela
Antonio Noriega Varela  nació en Mondoñedo, en 1869 fue un periodista y poeta español que escribió en lengua gallega. La Literatura en ese idioma lo ha  consagrado como uno de los representantes poéticos más destacado de las Irmandades da Fala.
Noriega Varela
Antonio Noriega Varela 

Antonio Noriega Varela comenzó el camino de una poesía, denominada  franciscanistaneovirgilianista  o  humanista paisajista, que tuvo ulteriores seguidores e imitadores como Díaz Castro, Crecente Vega, Aquilino Iglesia Alvariño y, posteriormente, incluso Uxío  Novoneyra.

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Antonio Noriega Varela 

Además de su labor periodística pro agrarista en la anti caciquil  Revista  Guau, guau, Antonio Noriega Varela inició en 1904 su trayectoria poética con la publicación de un poemario titulado Montañesas. A partir de esta obra el escritor fue conocido por el sobrenombre de poeta da montaña.  Con el tiempo fue ampliando su contenido. A partir de 1920, en la tercera edición, cambió su título por Do ermo

Imagen relacionada
La poesía de Antonio Noriega Varela presenta, así, dos grandes tendencias: una entre  1895  y 1913  escribió una serie de composiciones costumbristas, en la línea del ruralismo del siglo XIX. Fue influenciado por Manuel Leiras Pulpeiro, epígono del Rexurdimento. Estos poemas se caracterizan por su musicalidad de raigambre popular y por su temática paisajística y campesina.
Libros: D´o Ermo - Noriega Varela, Antonio - Foto 1 - 72654875
A partir de mediados de la década de 1910, Antonio Noriega Varela reflejó la incidencia  modernista provocada por su lectura de los escritos del poeta nicaragüense Rubén Darío y de diversos poetas portugueses del momento. Su poesía se orientó hacia lo culto y el refinamiento, muy lejos de su anterior tendencia. 
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Rubén Darío 

El paisajismo de Antonio Noriega Varela abandonó lo costumbrista y adoptó una perspectiva impresionista, manifestando una demorada atención a los elementos naturales más nimios. Esto ha llevado a que muchos de sus poemas fueran denominados franciscanistas  por su atención a lo humilde y desamparado.
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El aporte literario más original de Antonio Noriega Varela con la poesía expresó implícitamente su religiosidad al reverenciar la grandeza del Sumo Creador, además de manifestar el yo del poeta que aparecía sólo, sumergido en medio del paisaje en la búsqueda de la estética de lo más simple y sencillo de la Naturaleza. 
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Antonio Noriega Varela dedicó sus Poemas a una peña, al rocío, a la flor del tojo. Formalmente, estas poesías imitan tanto a la poesía popular, como a la culta. El autor llegó a valerse  del soneto, que empleó como medio de expresión idóneo. Toda humilde beleza  quizás haya sido el más representativo de esta tendencia.

Poesía Noriega Varela

Antonio Noriega Varela vivió sus últimos años en Foz transido por el dolor y la amargura. El poeta fue víctima de un expediente debido a su vinculación con las actividades agraristas y fue trasladado forzosamente de un extremo a otro de Galicia, a Calvos de Randín, Ourense, en el período de 1911 a 1913,  en la misma frontera con Portugal. Su nuevo destino le inspiró el poema Calvos de Randín:
Calvos de Randín, paisanos,
non é capital de España;
pro desde logo aseguro
qu’é aldeiña…..d’importancia.
Ó menos eu non coñezo
outra que teña máis cabras,
nin tantos fatos d’ovellas,
nin máis garridas rapazas.

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Este acontecimiento influyó en la vida social y personal. El carácter de Antonio Noriega Varela se tornó más reservado y desconfiado.  Para asimilarse y pasar inadvertido, adoptó una actitud manifiestamente humilde que imitó los modales de los paisanos labriegos. Quizás con la pretensión de esconder, ocultar o disimular su inteligencia a los ojos de sus perseguidores.